Ante el comienzo de las clases...


Que la crisis no la pague la educación


La crisis económica internacional dejó de ser una amenaza para ser una realidad. Los países “desarrollados” ya están en recesión (sus economías no crecen, si no que “decrecen”). Las grandes empresas, despiden a sus empleados por miles en el mundo entero; y sus Estados desembolsan cifras millonarias para evitar que quiebren.
Pero los pueblos del mundo la están enfrentando. En Grecia, Italia, Francia, China.... Y también en Argentina. Los obreros de General Motors, de Paraná Metal, de la fruta de Río Negro, de Massuh y Febatel-Febatex acá en Quilmes, sólo para nombrar algunas. Se enfrentan los despidos, para que la crisis no la pague el pueblo. Mientras, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner oculta las luchas, no aplica medidas que impidan los despidos y suspensiones y que garanticen la fuente de trabajo. Un gobierno que estos años profundizó la entrega de nuestras riquezas en manos de empresas extranjeras, que pagó y paga la deuda, que mantiene presupuestos de educación y salud en montos miserables, promueve los tarifazos.
En fin, la política de este gobierno hace que hoy la crisis sea más profunda y las medidas que aplican apuntan a que la paguemos nosotros, el pueblo.
Hoy miles de estudiantes se debaten si van a poder seguir estudiando o no. La plata alcanza cada vez menos, y estudiar cada vez es más caro: el boleto, el comedor, los apuntes, los horarios que no cierran, las materias que no alcanzan.... Ante eso, la política del gobierno K es de mantener en montos miserables el presupuesto educativo, en vez de aumentarlo para poder incrementar las becas y subsidiar los comedores y copiados, para que haya un boleto estudiantil y que los estudiantes no deserten; para que el país tenga más profesionales e intelectuales.
Los estudiantes no nos vamos a quedar callados viendo cómo nuestros compañeros dejan de cursar, o nosotros mismos no podemos seguir cursando. Este año, por el camino que trazaron los estudiantes en el Correntinazo, en el Rosariazo y especialmente en el Cordobazo (del que se cumplen 40 años) junto a los obreros, vamos a salir a luchar. Para que no sean miles los que deserten, sino que sean miles los que puedan ingresar, permanecer y egresar de la Universidad, nutriendo nuestra Argentina de profesionales dispuestos a resolver las necesidades acuciantes de nuestro pueblo.

Es por el camino de la lucha que vamos a enfrentar la crisis, para que no nos “aplaste”.


Que la crisis no la pague la educación


La crisis económica internacional dejó de ser una amenaza para ser una realidad. Los países “desarrollados” ya están en recesión (sus economías no crecen, si no que “decrecen”). Las grandes empresas, despiden a sus empleados por miles en el mundo entero; y sus Estados desembolsan cifras millonarias para evitar que quiebren.
Pero los pueblos del mundo la están enfrentando. En Grecia, Italia, Francia, China.... Y también en Argentina. Los obreros de General Motors, de Paraná Metal, de la fruta de Río Negro, de Massuh y Febatel-Febatex acá en Quilmes, sólo para nombrar algunas. Se enfrentan los despidos, para que la crisis no la pague el pueblo. Mientras, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner oculta las luchas, no aplica medidas que impidan los despidos y suspensiones y que garanticen la fuente de trabajo. Un gobierno que estos años profundizó la entrega de nuestras riquezas en manos de empresas extranjeras, que pagó y paga la deuda, que mantiene presupuestos de educación y salud en montos miserables, promueve los tarifazos.
En fin, la política de este gobierno hace que hoy la crisis sea más profunda y las medidas que aplican apuntan a que la paguemos nosotros, el pueblo.
Hoy miles de estudiantes se debaten si van a poder seguir estudiando o no. La plata alcanza cada vez menos, y estudiar cada vez es más caro: el boleto, el comedor, los apuntes, los horarios que no cierran, las materias que no alcanzan.... Ante eso, la política del gobierno K es de mantener en montos miserables el presupuesto educativo, en vez de aumentarlo para poder incrementar las becas y subsidiar los comedores y copiados, para que haya un boleto estudiantil y que los estudiantes no deserten; para que el país tenga más profesionales e intelectuales.
Los estudiantes no nos vamos a quedar callados viendo cómo nuestros compañeros dejan de cursar, o nosotros mismos no podemos seguir cursando. Este año, por el camino que trazaron los estudiantes en el Correntinazo, en el Rosariazo y especialmente en el Cordobazo (del que se cumplen 40 años) junto a los obreros, vamos a salir a luchar. Para que no sean miles los que deserten, sino que sean miles los que puedan ingresar, permanecer y egresar de la Universidad, nutriendo nuestra Argentina de profesionales dispuestos a resolver las necesidades acuciantes de nuestro pueblo.

Es por el camino de la lucha que vamos a enfrentar la crisis, para que no nos “aplaste”.

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